Nota: este post lo escribí hace tiempo y acabó en borradores, sin publicarse, así que lo pongo ahora.
Entre la trama del racismo de Frankie en Degrassi
(que me la acabo de volver a ver con Lau) y cosas que veo por ahi, como por ejemplo los casos de
Dani Mateo o
Cassandra Vera, o las salvajadas que se escribieron en twitter cuando falleció Bimba Bosé
(de las que me niego a buscar ejemplos, porque bastante me traumé en su día) me he quedado dándole vueltas a una cosa, y como este es mi blog y aquí rajo sobre lo que quiero, voy a verterlo aquí.
¿Dónde están los límites de la libertad de expresión?
Podríamos decir también ¿dónde están los límites del humor?, porque la mayoría de casos que llevan a plantearse esto vienen a raíz de chistes más o menos afortunados.
Supongo que muchos ponemos el límite en diferentes sitios, y es comprensible. Cada uno ha experimentado unas cosas que le han llevado a interpretar el mundo de una manera diferente. Así que es muy fácil que algo que para una persona resulta ofensivo, para otra no tenga importancia.
También es muy fácil tildar un comentario o chiste o lo que sea de racista, apología del terrorismo, machismo... y no, no voy a negar que a menudo el concepto "es broma" se emplea para ocultar la intención de hacer daño, de una forma más o menos sutil.
Pero es que es ahí donde está el límite. Que no lo digo yo, lo dicen los Tribunales, o eso me vendieron a mi en la carrera. La intencionalidad del comentario es importante a la hora de juzgar hasta qué punto es admisible o no.
Pensad en la cantidad de veces que alguien ha dicho algo, especialmente si era algo que podría considerarse una broma, y os ha hecho sentir mal, del modo que fuese. Intentad analizar bien cada una de esas veces. ¿En cuántas de ellas eráis conscientes (vosotros, quien lo dijo y los testigos presentes) de que aquello iba con toda la mala leche y en cuantas eran comentarios que podriamos calificar como inocentes?
Todos hacemos comentarios que puedan tildarse de racistas/machistas/ofensivos/etc. Todos hacemos chistes con el potencial de hacer sentir mal a alguien. Pero, y mira que me jode tener que dar la razón a todos los seguidores del cuñadismo rancio que escudan sus comentarios ahostiables con un "era bromis" y "al final no se van a poder hacer chistes de nada", no podemos pretender que, sobretodo en temas de humor, no se diga nada que pueda sonar feo a un colectivo, por expresarlo de alguna manera.
Esto me lleva a otra cuestión de la que ya rajaré más adelante, que es la corrección política, que me tiene muy hasta los ovarios. Pero bueno, por ahora sólo diré que es IMPOSIBLE ser políticamente correcto en todo momento, por mucho que la gente quiera pensar que sí.
Pero bueno, que me disperso. Voy a usar el caso de Frankie para ilustrar lo que intento expresar. Pero como contiene posibles spoilers de Degrassi, lo meto tras el salto por si acaso. Ya sabéis. A partir de aquí SPOILERS EN POTENCIA.